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Retrato: Manolo Blahnik, una larga carrera de 40 años

Por Anne-Sophie Castro

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Manolo Blahnik, que lleva más de cuarenta años en la moda, se ha convertido en uno de los diseñadores de zapatos más influyentes en el mundo. Sus zapatos, distribuidos en más de 200 tiendas alrededor del mundo, han cautivado a un gran número de leales y devotas seguidoras alrededor del globo.

Nacido en las islas canarias, de madre española y de padre checo, estudió lenguas y arte en Ginebra, antes de mudarse a París en 1965, donde decidió convertirse en diseñador teatral. En una visita a Nueva York en 1970, mostró sus diseños a la entonces Directora de la revista americana Vogue, Diane Vreeland, quien le recomendó que se centrara el diseño de zapatos exclusivamente.

Blahnik aprendió el arte de hacer zapatos visitando fábricas, donde hablaba con los operarios de las máquinas, cortadores de patrones y técnicos. Para 1971, estaba ya en Londres haciendo zapatos. Un año más tarde, Ossie Clark, el entonces diseñador más famoso de Londres, usó sus zapatos y desde ese momento, su carrera floreció. En 1973 abrió su primera tienda en el londinense barrio de Chelsea.

Las hormas y los tacones exquisitamente tallados para sus zapatos, él las perfecciona aún más con sus propias manos. De ahí nace parte del secreto de la comodidad de sus diseños. Son ejercicios de gran precisión, equilibrio, lujo y de la exquisita calidad de su trabajo. “Los zapatos” dice él, “ayudan a transformar a una mujer”.

Desde su buque insignia en Londres, la marca se ha expandido a nivel mundial. Se venden un promedio de 70.000 pares de «manolos» al año a un precio que oscila entre los 500 y 1.000 euros. Se podría decir que la fama llegó de forma más mediática después de que su nombre fuera evocado en la popular serie Sex and the City. Desde entonces llegaron nuevas aperturas de locales exclusivos en Londres, Nueva York, Las Vegas, Dublín, Atenas, Madrid, Estambul, Dubai, Kuwait, Hong Kong, Seúl, Singapur y Estocolmo, así como en las mejores tiendas departamentales del resto del mundo.

En Estados Unidos, el CFDA (Consejo de Diseñadores de Moda de América), reconoció la exuberante brillantez de Manolo Blahnik, alabando y premiando su talento en 1987, 1990 y 1998. Fue premiado por el Consejo de Moda Británico en 1990, 1999 y 2003, y en su España natal fue premiado con La Aguja de Oro en 2001 y con La Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes por Su Majestad el Rey, Don Juan Carlos I.

En 2003, el Museo de Diseño de Londres expuso una mega exhibición de su obra. Coincidiendo con este evento, la editorial Thames & Hudson publicó “Drawings”, una recopilación de algunos de los mejores bocetos que Blahnik utiliza como punto de partida en su proceso de creación y que están tan codiciados como sus propios zapatos.

En 2005, su amigo de toda la vida Eric Boman publicó “Blahnik by Boman” (editorial Thames & Hudson), una celebración fotográfica de los zapatos de Blahnik, con una introducción de Paloma Picasso. Ambos se conocieron en 1970. En ese mismo año Milena Canonero le pidió que diseñara los zapatos para la película María Antonieta de Sofía Coppola, por la cual esta última ganó el Oscar al Mejor Vestuario.

Manolo Blahnik recibió el Honorary CBE - Commander of the British Empire (Comandante del Imperio Británico Honorario) en 2007 en reconocimiento a su status como uno de los diseñadores más influyentes y exitosos de nuestro tiempo.

Fue galardonado con el premio Rodeo Drive Walk of Style en Septiembre 2008. En Noviembre de 2011 Manolo recibió el Footwear News Lifetime Achievement Award en Estados Unidos.

”Mi mente trabaja de una forma muy misteriosa”

Existen muchas mujeres con estilo que lo inspiran. Por ejemplo, Tina Chow, Loulou de La Falaise (ambas fallecidas) y Amanda Harlech. “Estas mujeres eran y son hermosas, elegantes y con increíble sentido del estilo. Al verlas caminar en una habitación hipnotizaban e hipnotizan. Es algo con lo que se nace, usted no puede comprarlo. O lo tienes o no lo tienes”, comenta el diseñador.

Otros elementos lo inspiran como la naturaleza y la botánica, el arte, la arquitectura, la gente en la calle, un edificio, o un pequeño detalle en un vestido. Manolo Blahnik dice que la forma en que su mente trabaja es muy misteriosa, “veo algo y enseguida me imagino un zapato con ese detalle”.

Aunque no sea muy partidario de colaborar con marcas de fast-fashion, que haría bajar la calidad de sus creaciones, Blahnik ha trabajado con J. Crew y Liberty sobre ediciones limitadas de paraguas, pañuelos, bolsas, cuadernos y anotadores. “El proyecto de Liberty fue muy divertido y llegó de una forma muy orgánica, y como adoro las telas Liberty y he usado las telas durante décadas”. El hacer los otros artículos de edición limitada fue muy agradable. Hicimos paraguas, pañuelos, bolsas, cuadernos, anotadores.

Con 72 años, Blahnik no piensa en retirarse o en vender su marca. En una entrevista al diario ABC, explicó que su hermana, Evangeline Blahnik, lleva la estrategia comercial y financiera de la empresa, mientras que su sobrina, Kristina, se encarga de las relaciones públicas. «A veces no es fácil trabajar en familia, pero es genial contar con alguien en quien realmente puedes confiar. Mi hermana ha sido un Dios enviado del cielo», dijo.

Manolo Blahnik