Chanel se asocia con Brunello Cucinelli para explotar el “Made in Italy” de Cariaggi Lanificio

Madrid – En un acuerdo tan histórico como inusual para todas y cada una de las tres partes implicadas en la operación, la firma de moda italiana Brunello Cucinelli, la casa francesa Chanel y la familia italiana Cariaggi, han alcanzado un acuerdo para dar cabida a la célebre casa francesa dentro del capital del fabricante textil italiano, especializada en la producción de hilos de alta calidad y en tejidos de cashmere, Cariaggi Lanificio. Compañía hasta ahora en manos exclusivamente de la familia Cariaggi y de la casa Brunello Cucinelli, después de que esta se hiciese con el 43 por ciento de su capital social, a mediados del pasado mes de marzo de 2022.

En lo que se debería de entender como un singular esfuerzo compartido, por parte de Chanel y de Brunello Cucinelli, por tratar de salir a defender el buen “saber hacer” que históricamente siempre ha caracterizado a las manufacturas selladas bajo la etiqueta del “Made in Italy”, en virtud del citado acuerdo alcanzando entre las tres partes, por parte de Brunello Cucinelli la compañía italiana, perfectamente ya consolidada dentro del sector de la moda lujo, se ha acordado la venta a Chanel de una participación del 18,5 por ciento del capital que mantenía hasta ahora bajo su control de Cariaggi Lanificio. Una operación que deja a la firma italiana manteniendo el 24,5 por ciento del capital del fabricante textil, y que se ha acompañado de un acuerdo en virtud del cual la misma familia Cariaggi pasará a vender un 6 por ciento del capital que por su parte mantenían sobre la misma compañía, igualmente a Chanel. Dos operaciones que terminan dejando a Cariaggi Lanificio bajo el mismo control de la familia Cariaggi, con el 51 por ciento del capital de la empresa, y a Chanel y a Brunello Cucinelli con una participación igualitaria del 24,5 por ciento cada una. Habiéndose terminado de completar la operación con un acuerdo entre accionistas a largo plazo, desde el que se ha acordado la dirección corporativa de Cariaggi Lanificio, siempre que la familia Cariaggi continúe manteniendo bajo su mano el control y la gestión de la empresa.

“Estoy particularmente feliz este día de una importancia verdaderamente histórica”, no ha dudado en expresar el mismo Brunello Cucinelli, presidente ejecutivo y director creativo de la firma de moda italiana, a lo largo de unas declaraciones difundidas con motivo del anuncio de esta operación. “El acuerdo al que hemos llegado representa una espléndida corona que realzará el valor de toda la cadena de suministros italiana, enormemente encantada por el hecho de que una Maison de absoluta excelencia en la moda global como Chanel, haya elegido invertir en el Made in Italy, compartiendo con nosotros el hermosos proyecto de la fábrica de lana de Cariaggi”. “Por consiguiente”, enfatizaba, “lo considero un día alegre y de celebración, al que creemos que le seguirán años llenos de grandes logros gracias a esta colaboración tan, tan especial”. “Después de todo”, continuaba Cucinelli, “con Chanel estamos en presencia de un verdadero icono internacional de estilo, de elegancia y de belleza, y me siento inmensamente honrado de que hayan decidido trabajar junto a nosotros”. La firma de “este acuerdo, estoy seguro, constituirá para todos nosotros la mejor levadura posible para alimentar un magnífico crecimiento como personas, y no solo como profesionales, a lo largo de las próximas décadas”.

En apoyo del “Made in Italy”

Para terminar de comprender el verdadero sentido que guarda esta operación, basta con retrotraernos hasta el pasado 14 de marzo de 2022, momento en el que desde Brunello Cucinelli salieron a anunciar su acuerdo inicial para adquirir, por 15,05 millones de euros, el 43 por ciento que hasta ahora venían manteniendo bajo su control de Cariaggi Lanificio. Una operación que enmarcaban desde la misma compañía italiana como, ya no solamente la primera con la que entraban a participar de una empresa externa a la compañía, sino como el primer paso de una ambiciosa estrategia para apoyar al “Made in Italy”, en un momento en el que no estaban siendo pocas las compañías manufactureras y los talleres artesanales que, como Cariaggi Lanificio, se estaban planteando la posibilidad de vender sus negocios o hasta de cerrarlos, después del duro golpe provocado como consecuencia de la pandemia por coronavirus.

“La decisión de incorporarse directamente al capital social” de la empresa “se produjo en el verano de 2020”, en mitad de “un momento muy especial para la humanidad”, apuntaban entonces desde Brunello Cucinelli, y con “el objetivo principal de tratar de apoyar a la familia Caprai”, que quería vender su participación accionarial, “socia histórica de la familia Cariaggi”, así como “en segundo lugar, apoyar a esta excelente empresa italiana”. Una compañía que “siempre ha sido un proveedor serio de hilo de cachemira para prendas de género de punto”, que “creemos que representa en todo el mundo a esos productos italianos verdaderamente especiales y únicos, de gran calidad, artesanía y creatividad”, y para la que además se guardaban unos vínculos ciertamente especiales, fruto de la íntima relación existente entre “las familias Cariaggi y Caprai y la familia Cucinelli”, socios comerciales “desde hace más de cincuenta años”.

“Tuve la oportunidad de iniciar mi propio negocio de cashmere gracias a la confianza humana que depositaron en mí las familias Cariaggi y Caprai”, ponía en valor el mismo Brunello Cucinelli a la hora de comunicar la adquisición. “Por esto, muchas gracias”, declaraba. “Siempre he creído que Cariaggi es quizás una de las mayores joyas de la manufactura italiana, con productos de gran calidad y artesanía; y no cabe duda de que debe de contarse entre las primeras industrias del sector en el mundo, si no la primera, y de que representa algo importante para nuestro territorio y su cultura”. “En este proyecto” de adquisición “no escondo mi amor por nuestra tierra, así como la gran oportunidad que tendrán nuestros respectivos hijos y nietos de seguir fabricando productos en estas maravillosas fibras que llamamos 'toisón de oro' durante las próximas décadas, contribuyendo así a mejorar las condiciones de vida de nuestra gente”.

Siguiendo por este mismo camino, y adelantando ya parte de la estrategia por la que se entiende ahora la decisión de Cucinelli de dar cabida a Chanel dentro del capital de Cariaggi Lanificio, esta se trataba de “la primera vez que nuestra Casa de modas decide ingresar en el capital de una empresa externa que, sin embargo, forma parte de nuestra cadena de producción”. Una decisión que formaba ya “parte de un gran proyecto para apoyar al ‘Made in Italy’, que creemos que representa algo importante dentro de la escena del lujo mundial”. Siendo este “un proyecto imaginado” para desarrollar durante “los próximos cincuenta años”, y para el que “esperamos que nuestros respectivos hijos y nietos encuentren una parte de su identidad, tal vez en el trabajo de estas nobles fibras” de cashemere en las que se encuentran especializados en trabajar desde Cariaggi Lanificio.