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De Gap a Inditex y Primark: las grandes de la moda impulsan “Rise”, un nuevo programa de empoderamiento de la mujer en la industria

Por Jaime Martinez

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Photo Credits: BSR/RISE.

Coincidiendo con las celebraciones de este mismo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se ha terminado presentando oficialmente “Rise”. Un nuevo programa de empoderamiento de la mujer, para dentro de la industria de la moda, resultado de la unión de los hasta ahora considerados como los cuatro mayores programas en activo con mismos fines, el programa “HERproject” de BSR, el programa “P.A.C.E.” de la multinacional de la moda Gap, y los programas independientes de “Care” y “Better Work”, e iniciativa que no han dudado en salir a respaldar un destacado grupo de grandes multinacionales del sector, de la talla de Primark, Ralph Lauren, Victoria’s Secret o el grupo español Inditex, matriz de cadenas tan populares como Zara, Bershka o Massimo Dutti.

Creado a partir del acrónimo de “Reimagining Industry to Support Equality” (Reimaginar la industria para apoyar la igualdad), Rise guarda como principal objetivo el de tratar de salir a escalar el impacto y el acelerar sobre la igualdad de las mujeres trabajadoras que participan dentro de las cadenas de suministros globales vinculadas a la producción de prendas de vestir, calzado y artículos para el hogar. Un compromiso con el que desde el programa tratarán de una manera activa de cambiar las condiciones laborales, hacia unas de mayor y más plena igualdad, del amplísimo número de trabajadoras que participan de dichas cadenas de producción ligadas a la industria de la confección. Un sector que, según las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que manejan desde la dirección de Rise, se encuentra integrado por cerca de 60 millones de trabajadores, de los cuales un 75 por ciento serían mujeres. Mujeres que presumiblemente seguirán en su día a día debiendo de hacer frente a innumerables casos relacionados con desigualdades por motivos de género, acoso y/o de violencia en su lugar de trabajo, una serie de barreras sistémicas, las califican desde Rise, para el empoderamiento de la mujer y la garantía de igualdad, que estarían contribuyendo a levantar y a asentar acontecimientos recientes como la pandemia por coronavirus o la desafiante situación económica actual, y barreras que son precisamente las que se han marcado como principal objetivo derrumbar el conjunto de las empresas y organizaciones que han salido a respaldar este nuevo programa de empoderamiento de la mujer.

“Es hora de intensificar el apoyo a las trabajadores de las cadenas de suministros globales de prendas de vestir”, para lo que “Rise se beneficiará de los probados enfoques de sus socios fundadores, e irá aún más lejos para tratar de llegar a más mujeres, expandirse a más geografías y generar más cambios”, se encarga de explicar, a través de un comunicado, Christine Svarer, directora ejecutiva de Rise. Un programa al que “las marcas y los proveedores pueden unirse” de “inmediato”, subraya, para el caso de querer “tomar acciones serias” que contribuyan a avanzar “hacia la igualdad de género”.

Con el objetivo de influir en el desarrollo de políticas públicas

En pro de sus objetivos fundacionales, desde Rise se encargarán de apoyar al conjunto de las marcas globales que se sumen a la iniciativa, en aras de empoderar a las trabajadoras de las redes globales de suministros de prendas de vestir, calzado y hogar, así como de salir a generar un impacto más amplio en la promoción de la igualdad de género, dentro de la industria de la moda y de la confección en todo su conjunto. Fines para los que desde el programa trabajarán desarrollando una amplia serie de iniciativas, todas ellas modeladas en función de las 3 áreas de actuación sobre las que van a centrar su actividad desde el programa: 1) la destinada a fortalecer el conocimiento y las habilidades de los trabajadores y los gerentes de las fábricas; 2) la dirigida a acciones que contribuyan a transformar las prácticas comerciales para incluir la igualdad de género como principio inamovible; y 3) el área orientada al desarrollo de acciones con la capacidad de influir en las políticas públicas y sobre toda otra serie de actores clave.

Desgranando parte de esa serie de iniciativas que van a tratar de empezar de este modo de poner en práctica desde Rise, a través de por ejemplo “los programas de capacitación en el lugar de trabajo”, el programa “tiene como objetivo aumentar la dignidad y la igualdad de las trabajadores en su lugar de trabajo, al cambiar los comportamientos y los sistemas” tradicionales de modos de trabajar. Eso, gracias a que este tipo de programas “amplían las alternativas de las trabajadoras y sus habilidades y confianza, para perseguir sus derechos y oportunidades”. Estos programas de capacitación “también involucran a los gerentes y a otros compañeros de trabajo”, a quienes se les invita a través de estas iniciativas a “desafiar las normas sociales” preestablecidas “en el lugar de trabajo”, entran a detallar desde Rise; en relación a unos programas desde los que se abordarán una infinidad de temas que van ir desde los relacionados con las “habilidades para la vida diaria en materia de comunicación y de resolución de problemas”, hasta los de asuntos relacionados con la “salud general y reproductiva, la viabilidad y seguridad financiera, la libertad del acoso sexual y de violencia de género, y el progreso y liderazgo de las mujeres”.

Además de lo apuntado, “Rise va más allá de los programas en el lugar de trabajo, para traer un cambio positivo a toda la industria e influir en las mejoras políticas”, subrayan desde al dirección del programa. “Esto incluye”, añaden, el deber de incorporar a sus acciones “las voces y la representación de los trabajadores en todos los niveles, desde la dirección a la ejecución” de los trabajos, de este modo “asegurándose de que el trabajo” y sus condiciones responden “a las necesidades y prioridades” que reclaman las mujeres trabajadoras. Un trabajo de sensibilización que empieza desde la propia casa de Rise, programa que cuenta con un equipo directivo en el que ya se encuentran representados una amplia variedad de interesados, entre “marcas, proveedores, organizaciones laborales y sindicatos y movimientos de mujeres”.

Con el apoyo de Inditex, New Balance o Primark

Como bien se encargaba ya de señalar la propia Christine Svarer, directora ejecutiva de Rise, este nuevo programa de empoderamiento de la mujer dentro de la industria de la moda, va a servirse de las experiencias recogidas a lo largo de estos años por los 4 programas que se han unido para dar lugar a su fundación. Unas iniciativas que permiten a Rise arrancar su andadura con una serie de programas ya en marcha en Bangladesh, China, Vietnam, Camboya, Indonesia, India, Egipto y Pakistán, desde los que colaboran con 50 de las mayores marcas de ropa, calzado y de artículos para el hogar, de sus respectivas categorías, influyendo en el día a día de aproximadamente 5 millones de trabajadoras, a nivel global. Un número que, gracias a esta suma de esfuerzos, aspiran a llegar a disparar hasta los 20 millones de trabajadoras durante la próxima década.

Para ello, desde Rise ya lanzan un llamamiento para que marcas, compradores y proveedores se sumen y se conviertan en miembros de Rise, comprometiendo inversiones dirigidas a impulsar el programa de empoderamiento dentro de sus respectivas cadenas de suministros. Un compromiso que ya han adquirido, desde su papel de empresas que ya apoyan el desarrollo de Rise, multinacionales como Abercrombie&Fitch, Aje Athletica, AEO (American Eagle), Bestseller, Boden, Capri Holdings (Michael Kors), Carter’s, Columbia Sportswear Company, Dôen, Hanna Andersson, Gap Inc., Inditex, Macy’s Inc., Marks&Spencer, New Balance, Primark, PVH (Tommy Hilfiger), Ralph Lauren, Tapestry, Target, The Children’s Place, The Walt Disney Company, The Warehouse (NZ), Victoria’s Secret, VF Corporation (The North Face), y Williams-Sonoma.

“Al unirse para establecer Rise, nuestra industria puede aprovechar los elementos más poderosos de cada uno de nuestros programas de empoderamiento, para tener un impacto más profundo, más amplio y más constante”, en beneficio de “las mujeres que trabajan en nuestras cadenas de suministro”, se encargaba de señalar Sally Gilligan, director del área estratégica Growth Transformation de Gap, en nombre del programa P.A.C.E. de Gap. Unas palabras en las que coincidía con Lona Stoll, vicepresidenta del departamento de innovación e impacto de Care, y quien por su parte destacaba cómo la organización humanitaria se encuentra “entusiasmada de poder ser parte de este esfuerzo colaborativo para transformar la industria de la confección”. “Rise reunirá a las partes interesadas de toda la industria”, tanto a “marcas, proveedores, organizaciones de derechos de las mujeres y sindicatos”, añade Stoll, con el objetivo de “lograr un cambio sistémico impulsado por las voces de las propias mujeres”.

“Unir el programa HerProject de BSR a otros programas líderes de empoderamiento de mujeres, es el siguiente paso natural y necesario para tratar de llevar estas probadas soluciones a escala”, añade Aron Cramer, presidente y director ejecutivo de la consultora estratégica BSR. “Como una suma de esfuerzos”, apunta, “Rise puede navegar a través de los complejos problemas en materia de igualdad de género que se presentan en las cadenas de suministros globales de prendas de vestir, y ofrecer acciones y generar un impacto real tanto en las empresas como para las mujeres trabajadores”.

“El potencial de esta asociación para influir en el cambio, a todos los niveles, desde el ámbito empresarial, es incomparable”, destaca por su parte Conor Boyle, directivo de la iniciativa Better Work, creada a partir de la colaboración entre la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas y la Corporación Financiera Internacional (CFI), último de los 4 programas que han terminado por unirse para dar lugar a esta nueva iniciativa. Un valor que Boyle le atribuye a Rise, gracias a su capacidad por terminar de reunir a “una gama tan amplia de marcas y minoristas, así como al conjunto de las partes interesadas de la industria, que coinciden sobre la importancia del deber de colaborar para mejorar las condiciones de trabajo para las mujeres, particularmente dentro del sector de la industria de la confección”.

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