Carola Cornejo: De abogada a diseñadora de moda sostenible y justa

Buenos Aires – La argentina Carolina Cornejo ejerció como abogada, especialista en derecho tributario y sucesiones, durante 18 años hasta que en 2010 decidió darle un giro a su vida y creó su propia marca de moda sostenible y comercio justo, Carola Cornejo.

FashionUnited tuvo la posibilidad de conversar con la diseñadora sobre su historia, cómo desarrolló la firma y sus próximos planes.

De la abogacía, a la moda sostenible: ¿Cómo fue ese paso?

Siempre me gustó mucho la moda y cuando terminé la secundaria no me animé a seguir diseño. Mi papá era abogado y mi mamá es docente universitaria en plásticas y pintora, así que siempre estuve muy ligada al arte. Mi tatarabuelo era sastre y mi bisabuela era modista de novias. Yo no los conocí, heredé cosas de ellos y traigo un poco de todo ese bagaje.

En 2010 hice unas flores de tela para las maestras de mis hijos, gustaron mucho y me empezaron a pedir. Enseguida, no sé por qué, se me ocurrió que podía empezar a pensar en una marca. Venía medio desilusionada con el tema del derecho, estaba con algunas situaciones difíciles en mi familia y necesitaba algo que me mantuviera en eje. Durante los primeros cinco años de la marca seguí trabajando como abogada, hasta que en un momento decidí dedicarme tiempo completo al diseño.

¿Cómo fueron los comienzos en cuanto a proceso de trabajo?

Cuando empecé con las flores, comencé con retazos. Cuando era chica, en mi casa se usaban retazos y se transformaba lo que había. Teníamos una caja con recortes de tela, puntillas, etc. y yo, años después, lo repliqué, así que con todo eso que tenía empecé a hacer los accesorios. Después me lancé a la moldería para hacer túnicas para mujeres de contornos generosos. Siempre guardaba todo lo que sobraba y lo transformaba en otra cosa. Cuando se dio la oportunidad de hacer el primer desfile, tenía muchísimos retazos, así que empecé a hacer patchwork y ese fue como el sello que me identificó desde un comienzo. La técnica es tan rica que no te limita a una sola cosa, se puede hacer desde algo muy vanguardista hasta algo más tradicional. Cuando comencé con la moldería, busqué talleres. Conocí a las organizaciones de mujeres Fundación Media Pila y a Cosiendo Redes. Así que empecé a trabajar con ellas.

Una de las características de tu marca es la importancia del trabajo con mujeres…

Sí, porque siento que se da una fusión entre mis ideales de justicia, por el derecho, con el arte. Siempre entendí que la mujer necesitaba sostenerse en otras mujeres para poder crecer.

Otra, el diseño ético…

Muchas veces me preguntan cómo se me dio por hacer diseño ético y yo creo que esos son valores que están en uno. Tenes que ser de una manera para que tu marca derrame todo eso que sos.

¿Siendo abogada, cómo te formaste para llevar adelante tu marca?

Hice cursos de moldería, también de experimentación y de emprendedores. Formo parte de GEMA, (Grupo de Mujeres Empresarias), que me dio la posibilidad de entender la inteligencia emocional financiera, la forma en que las mujeres nos relacionamos con el dinero. Además, estoy a cargo de la comisión de Responsabilidad Social Empresaria, que es algo que me interesa mucho. Me voy formando en distintas cosas, marketing digital, finanzas, me interesa seguir aprendiendo…

¿Hoy, cómo trabajas?

Todavía sigo haciendo mis propios moldes. Tengo una tipología sencilla que intenta abarcar varios talles y escucho mucho a mis clientas para diseñar. Cuando voy a crear pienso en un concepto, miro lo que tengo y construyo con eso. Bajo un lineamiento sostenible, me interesa crecer e ir ganando gente que se enamore del producto, del concepto y de la marca.

¿De dónde vienen los materiales que usas?

Muchas veces voy al barrio de Once y compro en las retacerías, obviamente averiguando su procedencia. En algunos casos, son sobrantes de telas de marcas que las han comprado y las venden a menor precio, también pueden ser finales de rollo. Compro telas con fallas y al cortar todo a mano puedo las puedo pasar por alto o convertirlas en otras cosas. También recibo prendas vintage de clientas, etc.

¿Cómo te manejas con las colecciones?

Armo propuestas para tiempo frío y cálido, a su vez mi concepto tiene que ver con la superposición de prendas. Tal vez lo que se puede usar en verano, pasa a ser la piel de lo que vas a usar en invierno. Busco que conjuguen entre sí las distintas colecciones a lo largo del tiempo para que todo siga un lineamiento atemporal, versátil y adaptable.

¿Quiénes son tus clientas?

Cuando tuve que pensar en mi clienta ideal me di cuenta de que son profesionales, mujeres muy activas, a muchas de ellas las admiro. En general la que viene una vez vuelve a venir.

También te dedicas a las novias…

Sí, hago vestidos de novia y 15 años bajo el mismo concepto de versatilidad. Todos están hechos de tal manera de que puedan volver a usarse o transformarse. En marzo lancé “Carola Circular”, un perchero con productos seleccionados de fiesta en alquiler.

¿Cómo comercializas?

Vendo en mi showroom y online. Además, estoy trabajando en un plan para comercializar en el exterior. Ya he mandado productos fuera del país y la idea es abrir un poco más.