Qué debes saber al utilizar tu nombre para tu marca

Al emprender un nuevo negocio o lanzar una marca, uno de los primeros desafíos es elegir el nombre adecuado. Para un diseñador, lo más natural suele ser usar su propio nombre o una variante de este.

En el mundo de la moda y la cosmética, este movimiento es habitual, una decisión que, además de ser personal, puede aportar importantes ventajas estratégicas.

Sin embargo, también existen posibles consecuencias al usar tu propio nombre que deben considerarse desde el principio para evitar problemas futuros, especialmente si decides vender tu negocio.

Las ventajas de usar tu propio nombre

Para muchos diseñadores emergentes o marcas jóvenes, el marketing comienza en una etapa temprana en redes sociales. A menudo, la decisión de usar tu nombre no es siempre deliberada, sino que sigue la evolución natural de la marca. Una vez que la reputación y el reconocimiento comienzan a asociarse con el nombre del diseñador o fundador, cambiarlo se vuelve difícil o poco deseable.

Legalmente, en el Reino Unido es menos probable infringir registros de terceros al adoptar tu propio nombre, ya que la ley británica ofrece una defensa contra la infracción para individuos que utilizan su propio nombre en el ámbito de los negocios, siempre que dicho uso sea honesto.

Para que esta "defensa del propio nombre" aplique, el nombre utilizado debe ser aquel por el que la persona es conocida, ya sea su nombre de nacimiento o un nombre por el que es generalmente reconocida.

Por lo general, al crear un nombre para una marca, es recomendable realizar búsquedas de marcas registradas antes de su uso y registro, para identificar posibles registros de terceros o usos no registrados que puedan presentar riesgos de infracción.

Sin embargo, aunque los riesgos relacionados con el uso de tu nombre pueden ser menores, es importante recordar que esto no impide que terceros interesados presenten procedimientos por infracción. Además, el uso de tu propio nombre no garantiza automáticamente una defensa contra la infracción o la apropiación indebida, ya que esto depende de los hechos de cada caso. Por ello, es aconsejable realizar búsquedas de marcas registradas antes de adoptar tu nombre como marca.

La “defensa del propio nombre” no aplica como defensa en oposiciones de marcas registradas. Por lo tanto, si planeas registrar tu nombre como marca, es importante realizar búsquedas para identificar posibles riesgos de oposición antes de presentar la solicitud.

Incluso cuando usas tu propio nombre como marca, debes tratarlo como tal y protegerlo como una marca registrada para prevenir que otros utilicen o registren un nombre similar. Esto es especialmente relevante a medida que la marca crece y está expuesta a riesgos de infracción en línea y falsificaciones.

Al considerar la protección de marcas registradas, también es importante evaluar variantes de tu nombre. Por ejemplo, si el nombre de la marca es Charlotte Tilbury, se buscaría registrar CHARLOTTE TILBURY en su totalidad, pero también quizás TILBURY por separado, ya que este es el elemento más distintivo del nombre completo. Es posible que alguien intente utilizar ese elemento junto con una palabra o logotipo que no sea similar a CHARLOTTE, lo que sería más difícil de impedir confiando únicamente en el registro de CHARLOTTE TILBURY.

Pero… piensa en el futuro…

Al elegir el nombre de tu marca, es importante considerar tus aspiraciones futuras y si estás construyendo el negocio con la intención de buscar inversión o venderlo a un tercero.

Si el nombre de la marca es tu nombre, toda la reputación y el reconocimiento que has construido residirán en ese nombre. Un comprador buscará adquirir esa reputación junto con la propiedad intelectual. Esto significa, esencialmente, que estarás vendiendo tu nombre en conexión con ese negocio.

Una adquisición probablemente implicará que cualquier proyecto futuro que desees emprender deberá realizarse bajo un nombre diferente, a menos que los términos contractuales de la venta indiquen lo contrario.

Si el negocio se adquiere por completo y ya no tienes ningún interés o control en él, también debes considerar posibles problemas reputacionales futuros asociados con el nombre de la marca (que también es tu nombre). Por ejemplo, si una empresa de moda se vincula con malas prácticas éticas, aunque ya no estés involucrado, podría afectar tu reputación personal al estar tu nombre asociado con esa marca.

Existen numerosos ejemplos en las industrias de moda y cosmética de individuos que han fundado negocios exitosos con sus nombres y luego los han vendido (Karen Millen, Bobbi Brown, Jo Malone, Liz Earle, Charlotte Tilbury). En la mayoría de los casos, estos emprendedores han tenido nuevas aventuras exitosas, lo que demuestra que usar su nombre ha tenido resultados positivos.

Sin embargo, también hay casos menos favorables. Un ejemplo destacado es la diseñadora de vestidos de novia británica Elizabeth Emanuel.

Elizabeth Emanuel diseñó el vestido de boda de la Princesa Diana y dirigió su negocio bajo el nombre Elizabeth Emanuel. Posteriormente, vendió su negocio, cediendo todos los derechos, activos, la marca registrada y la reputación de ELIZABETH EMANUEL a Elizabeth Emanuel PLC. Esta compañía entró en administración y la marca fue vendida a Oakridge Trading. Le tomó 25 años a Emanuel poder crear y presentar prendas bajo su propio nombre, pero esto no se logró mediante una victoria legal, sino a través de un acuerdo con los propietarios actuales, Boi Group. El tribunal dictaminó que, al haber cedido legalmente los derechos de su nombre, ella no era la propietaria legal de la marca registrada, ¡aunque fuera su nombre!

La diseñadora de moda británica Karen Millen también enfrentó problemas tras vender su participación mayoritaria en Karen Millen Fashions Limited. Los términos de la venta le impidieron usar su nombre (o algo similar) en relación con un negocio similar o competidor. Más tarde, intentó usar su nombre para un negocio de artículos para el hogar, pero el tribunal dictaminó que no podía hacerlo bajo los términos del acuerdo de venta.

Charlotte Tilbury vendió una participación mayoritaria de su negocio en 2020, pero retuvo una parte y continuó desempeñando un papel clave dentro de la empresa. Esto es un ejemplo positivo de cómo el uso de un nombre personal puede funcionar bien incluso después de una adquisición.

Es fundamental obtener asesoramiento legal antes de aceptar cualquier término contractual relacionado con la venta del negocio y lo que esto implica para el uso futuro de tu nombre.

Resumen

Usar tu nombre como diseñador o en un negocio de moda puede ofrecer numerosas ventajas y generar un gran reconocimiento de marca. Sin embargo, es fundamental pensar en la dirección futura del negocio y buscar siempre asesoramiento legal sobre (i) la necesidad de realizar búsquedas de marcas registradas, incluso si planeas usar tu propio nombre; y (ii) los términos contractuales relacionados con una posible venta o inversión.

También es importante reflexionar sobre lo que significa tu nombre para ti y si estarías dispuesto a ceder los derechos sobre él a un comprador. Si no es así, sería prudente considerar el uso de una variante de tu nombre o un nombre completamente diferente para la marca.

Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.COM, y posteriormente traducido del inglés al español usando una herramienta de inteligencia artificial.

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