El consumo de moda se va a disparar en los próximos 10 años

Desde el incidente del Rana Plaza en Bangladesh en abril de 2013, la moda ha estado sometida a constantes críticas que la acusan, a menudo con razón, de contaminar excesivamente el planeta mientras se aprovechan de una fuerza laboral de muy bajo coste, pero el fast fashion resiste. Incluso más que resistir, podríamos decir que su goza de buena salud y ningún indicador parece anunciar una caída en la velocidad en los próximos años. La supuesta desaceleración y la vergüenza por parte del consumidor, avanzadas por críticos de opinión del sector, parece que finalmente no está ocurriendo.

La revolución de la moda, que pone de manifiesto la necesidad de una producción ética con tejidos con contaminantes, solo ha tenido lugar en el papel. Porque las cifras publicadas por los informes de análisis proclaman la victoria abrumadora del fast fashion y en general, del consumo de usar y tirar: según un estudio realizado por la asociación Barnado's, se venden 80 mil millones de prendas cada año. También, según este estudio, solo se usa una prenda siete veces antes de tirarla. Y en China, el estudio revela que esa misma prenda solo se usará tres veces. La abundancia, impulsada por Instagram, favorecida por el bajo coste de producción y facilitada por el comercio electrónico y las entregas a domicilio, seguirá marcando la pauta.

El fast fashion está preparado para conquistar la nueva década

Esta afirmación tan rotunda se ve reforzada por un hecho fundamental: el aumento de la población mundial. Los expertos predicen que la población mundial alcanzará los 8.500 millones en 2030. Se estima que el PIB per cápita aumentará en alrededor del 2 por ciento anual en los países desarrollados, y en un 4 por ciento en los países en desarrollo. Actualmente, nada indica que el consumo de ropa no siga lógicamente las mismas curvas ascendentes. Según Boston Consulting Group, el mundo comprará un 63 por ciento más de ropa en los próximos diez, el equivalente a 102 millones de toneladas en comparación con los 62 millones de toneladas actuales.

Estas predicciones a medio plazo ya están confirmadas por los excelentes resultados publicados por los gigantes de la moda rápida. El precio de las acciones de Asos finaliza el año bruscamente, el precio de las acciones de Boohoo casi se duplicó en 2019: el grupo propietario de las marcas PrettyLittleThing, Nasty Gal y MissPap subió un 38 por ciento desde el ejercicio anterior. También es importante señalar a este respecto que todas las compañías mencionadas han forjado una asociación este año con la solución de factorización Klarna, que permite a los consumidores pagar solo al recibir sus compras: esto debería alentar a los consumidores más jóvenes con poca liquidez. La marca sueca H&M tiene fuertes perspectivas de crecimiento en Asia y en todo el mundo, las ventas de la empresa de distribución textil número dos del mundo aumentaron en un 6 por ciento en todo el mundo para llegar a 22 mil millones de euros. Y por último, el gigante español Inditex, propietario de Zara, puede volver a enorgullecerse de su supremacía atestiguada por un aumento impresionante de su beneficio y una aceleración en las ventas en sus ocho marcas: durante el año pasado, el grupo ha aumentado su ventas globales en un 6 por ciento.

Este artículo ha sido previamente publicado por Fashionunited.fr y traducido y editado por Paula V. Pinuaga.

Crédito de foto: Zara