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Puig, patrocinadora de la primera Women’s America’s Cup

Por Jaime Martinez

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Cultura
Evento de presentación de la primera Puig Women’s America’s Cup, el 21 de mayo de 2024 en Barcelona (España). Credits: Puig.

Madrid – La multinacional española Puig se suma a las celebraciones en Barcelona con motivo de la 37ª America’s Cup, como patrocinadora de la primera regata femenina en toda la historia de la que gusta de presentarse como la competición a vela más prestigiosa y antigua del mundo. Acción que llevarán a cabo de la mano de la reconocida diseñadora y arquitecta Patricia Urquiola, responsable del diseño del trofeo de esta primera Puig Women’s America’s Cup.

Mientras que de este modo el grueso de las celebraciones de esta 37ª America’s Cup continuarán su camino desarrollándose bajo el patrocinio de Louis Vuitton, firma que no solamente pone nombre a la competición de este año, sino igualmente a las regatas de clasificación previas y que se van a llevar a cabo bajo el paraguas de la Louis Vuitton Cup de Barcelona de 2024, como parte de la competición organizada para este año, estaba en el ánimo de la organización la de sumar una regata paralela protagonizada únicamente por mujeres. Género que desde la puesta en marcha de la competición a vela, allá por el año 1851, sí había venido participando de la misma, tanto como parte como liderando la tripulación de diferentes embarcaciones, todo ello desde que, en 1886, Susan Henn participase de la competición sumándose a la tripulación del irlandés Galaeta. Una presencia, la femenina, dentro de la competición, que no obstante, y a pesar de contar con casos como el del equipo neozelandés “America Women's Team” que, integrado únicamente por mujeres, y en concreto por las regatistas neozelandesas Leslie Egnot y Annie Nelson y por la estadounidense Dawn Riley, supuso todo un acicate para la participación de las mujeres dentro de la regata, terminó por diluirse con el uso de los “foils” en los barcos de la competición.

Una cuestión esta que desde la organización de la regata para este año se habían marcado por objetivo terminar de enmendar, mediante la celebración, tras 173 años de historia, de un evento independiente reservado para las mujeres, con la organización de la primera Copa América femenina de la historia. Una nueva competición de la que Puig no dudaron en querer salir a destacarse como patrocinadores oficiales, desde el mismo momento en el que tuvieron constancia de ella, y en lo que al tiempo defienden que es ya no solamente un reflejo al papel capital que juega la mujer como base de su modelo de negocio, sino también de sus históricos vínculos hacia el mundo náutico, y hacia Barcelona. Ciudad en la que Antonio Puig Castelló fundó la compañía en 1914, en la que sigue manteniendo a día de hoy su sede central, y ciudad desde la que, este pasado 3 de mayo de 2024, la multinacional termina por dar su salto definitivo al parqué convirtiéndose en empresa cotizada, desde el que ha sido, hasta ahora, la mayor OPI llevada a cabo en Europa de 2024.

“Navegación, Barcelona y mujer son tres palabras estrechamente relacionadas con Puig”, no dudaba en salir a proclamar Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig y miembro de la tercera generación de la familia Puig en mantenerse al frente de la dirección de la compañía, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la multinacional, y que Puig realizaba durante el acto de presentación, oficial, de esta nueva Puig Women’s America’s Cup.“Hemos apoyado distintas regatas de vela durante más de 40 años, somos una empresa nacida y arraigada en Barcelona, y las mujeres forman la base de nuestros consumidores y de las personas que trabajan en Puig”, enfatizaba su presidente ejecutivo; y justamente “por eso”, apostillaba, “decidimos apoyar la encomiable iniciativa de la primera edición femenina tan pronto como supimos que Barcelona sería la sede de la America’s Cup en 2024”, y además esta “sería la primera vez que incluiría una regata femenina: la Puig Women’s America’s Cup”; competición que tendrá lugar desde Barcelona del 5 al 13 de octubre de 2024.

Una iniciativa desde la que reivindicar el papel de la mujer dentro de la práctica de la vela

Para oficializar su puesta en marcha, como parte de esta 37ª edición de la Amercia’s Cup de Barcelona, durante la tarde de este martes, 21 de mayo de 2024, tenía lugar la presentación de esta nueva competición de la Puig Women’s America’s Cup, desde un acto organizado desde la Fundació Joan Miró de Barcelona. Un evento que Marc Puig presidía junto a Grant Dalton, director ejecutivo de la America’s Cup Event; de la regatista oceánica y coordinadora de la Puig Women’s America’s Cup, Abby Ehler; de la regatista del equipo español Sail Team BCN, Silvia Mas; y de la arquitecta y diseñadora industrial Patricia Urquiola. Creativa que se destaca como una de las voces más reconocidas del mundo del diseño, a escala global, y quien justamente se ha encargado de diseñar el trofeo de esta nueva regata femenina. Una “copa” por la que competirán el total de los nuevos seis equipos, de España, los Países Bajos, de Canadá, de Alemania, de Suecia y de Australia, que van a competir por alzarse como vencedores de esta Puig Women’s America’s Cup, como parte de una competición desde la que, de manera paralela, los equipos Ineos Britannia, del Reino Unido; el Alinghi Red Bull Racing, de Suiza; el Luna Rossa Prada Pirelli Team, de Italia; el NYYC American Magic, de los Estados Unidos; el Orient Express Racing Team de Francia; y el Emirates Team New Zealand, de Nueva Zelanda, compiten por la copa 37ª Louis Vuitton America’s Cup.

Trofeo diseñado por Patricia Urquiola para la Puig Women’s America’s Cup. Credits: Puig.

“El apoyo de Puig en la primera Women’s America’s Cup es un hito significativo no solo en la historia de la America’s Cup, sino también en el deporte de la vela”, no dudaba en poner en valor durante el acto de presentación Grant Dalton, CEO de la America’s Cup Event. “Su importancia no debe subestimarse”, defendía, para lo que además ya “podemos anticipar que la Puig Women’s America’s Cup será uno de los platos fuertes de la 37ª edición de la America’s Cup”, cuestión por la que no dudaba en dar las “gracias a Marc y a todo su equipo por su continuo apoyo”.

“La Puig Women’s America’s Cup es la iniciativa más emocionante que he visto durante mi carrera para la participación de la mujer en el mundo de la vela”, señalaba por su parte Abby Ehler, regatista oceánica y nombrada Puig Women’s America’s Cup Event Coordinator. “Sin duda”, destacaba, su puesta en marcha “reforzará al grupo de regatistas que aspiran llegar a un nivel de élite y apoyará a quienes desempeñan funciones técnicas en tierra”, mientras que “asimismo, proporcionará una plataforma y una oportunidad únicas para las regatistas de todo el mundo, creando modelos a seguir de alto perfil que inspirarán a las más jóvenes en las bases de nuestro deporte”.

Sobre esta precisa cuestión, resulta memorable “el interés y compromiso de Puig por promover la igualdad de género en el deporte de la vela”, afirmaba por su lado la regatista Silvia Mas. Y es que, defendía, la Puig Women’s America’s Cup “aportará a las regatistas que son el futuro de la America’s Cup la plataforma definitiva para mostrar sus habilidades en una flota de primera en la que se exhiban sus talentos”. “La Puig Women’s America’s Cup es el camino definitivo y la competición perfecta en la que las mejores podrán brillar a nivel mundial”.

Con un trofeo diseñado por Patricia Urquiola

De entre todas esas regatistas, solo un equipo, en el marco de esta primera edición de la copa, podrá llegar a alzarse con el trofeo diseñado para la ocasión por Patricia Urquiola. Una pieza que habrá que esperar para ver si se mantiene como fija e inalterable para en próximas ediciones, pero que ya ha pasado a ocupar un espacio propio dentro de la historia de la competición, y también del diseño, como pareja del trofeo original de la Copa América, diseñado por el británico Robert Garrad en el año 1848.

A diferencia de esa copa, popularmente conocida como el “Trofeo de las cien guineas”, el diseño ideado por Urquiola se presenta sin ninguna asa ni elemento “canónico” que pudiera vincularse tradicionalmente al concepto de trofeo, descubriéndose como una suerte de tótem vertical que se pliega sobre sí mismo como una vela que baila al compás del viento. Un diseño realizado en plata, con una altura de 58 centímetros y unos 5 kilos de peso, dividido verticalmente en dos cuerpos, con una zona inferior que actúa de base, y desde la que la copa se va abriendo, desplegándose desde esa vela de plata que descubre desde su interior un mar bañado con una pátina de oro rosa. Un acabado que inunda de reflejos rojizos el interior del trofeo, en lo que termina dotándolo de una mayor profundidad y dimensión.

Partiendo de este modo de “una figura simple y geométrica, como el cilindro, sin elementos decorativos ni base”, explica sobre la pieza la misma Patrizia Urquiola, la copa “en un punto se abre como una gran vela golpeada por el viento”. Una impresión sobre la plata que es la que termina de insuflarle su carácter distintivo a este trofeo, cuyas formas fluidas y ausencia de elementos añadidos permitirá que, defiende Urquiola, el próximo 13 de octubre “el equipo ganador pueda abrazarla en toda su forma”.

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