El siguiente paso de Ugly Duckling: trajes de baño con insumos reciclados
cargando...
Hace unos años Félix Gil se lanzó a una alberca en Acapulco con un traje de baño que le habían prestado sus amigos. Al tocar el agua, su traje de baño se deshizo, dejándolo en una situación incómoda y embarazosa. Fue en ese momento que se dio cuenta que existía una necesidad en el mercado de trajes de baño para hombre: una marca mexicana que realizara piezas de calidad y a precios accesibles.
Ugly Duckling nació en 2019 como una opción distinta en el mercado que combinara buen precio, una propuesta de diseño incluyente para distintos tipos de hombre, sostenible con el medio ambiente y socialmente responsable. La visión de la marca es ofrecer una manera diferente de ver a los hombres, ya que de acuerdo con Félix Gil, director creativo de Ugly Duckling, generalmente se tiene una visión poco igualitaria de los distintos tipos de cuerpo de los hombres y el prototipo de belleza no es uno con el que la mayoría de los hombres se identifiquen. Por ello, se especializan en tallas que van desde la XS hasta la XXXL en todos sus diseños y ofrecen dos tipos de corte que se adecúan a distintos tipos de cuerpos.
Recordando sus malas experiencias con trajes de baño en el pasado, Gil acentúa que la calidad era clave en su marca, sobre todo tener una propuesta tecnológica, como tela con protección solar, de prendas que puedan ser recicladas y que su durabilidad esté garantizada (sus trajes están garantizados por 10 años). “Empecé a buscar que la marca fuera lo más sostenible posible, tanto social como ecológicamente. Hacer textiles en México suele incorporar muchas cosas muy feas, como maltrato y condiciones laborales indignas. Cuando buscamos proveedores queríamos saber de qué fábrica viene la tela y en qué condiciones. Además buscábamos que fueran proveedores latinoamericanos”, explica Félix Gil en entrevista con FashionUnited. “Encontramos una proveeduría colombiana y solo trabajamos con ellos porque nos ofrecen tanto tecnología como sostenibilidad”. De acuerdo con el director, sus proveedores usan menos agua para hacer la tela, así como tintas bio solubles para la impresión. Del agua que se utiliza, el 65 por ciento se reutiliza y el 100 por ciento es tratada. Además, una de las razones que los hizo decidirse por este proveedor es el cuidado que tienen con su personal, ofreciendo prestaciones como guarderías para los hijos de los empleados y servicio médico, entre otras.
Enfoque humano
Aunque la ecología es muy importante, para Gil lo más relevante es la parte social. El creativo explica que tener un impacto ecológico siendo una marca pequeña es muy difícil, pero donde sí pueden hacer una diferencia es en el impacto social, con algo tan sencillo como pagar una nómina.
“Nosotros solemos decir que somos una marca socialmente responsable, que es muy diferente a ser ecológicamente sostenible. El mundo de la moda está tan enfocado en no contaminar o no producir desechos que olvidan que para producir esos desechos hay una sociedad detrás”, dice Gil. “Desde el día uno nos hemos asegurado que todos quienes trabajan con nosotros tengan condiciones de trabajo dignas y con prestaciones que son garantizadas en otras industrias, como un seguro, y que en el mundo textil no es tan claro. Al final no queremos hacer a un cliente feliz con su traje de baño, sino a todas las personas que están en la cadena de suministro.”
Félix Gil considera que como una pequeña empresa intentar hacer un cambio ecológico puede no tener mucho impacto, ya que se requiere de mucha inversión. Sin embargo, también cree que al momento de hacer un impacto social se puede crear un efecto dominó ecológico, ya que mejora la calidad de vida y de trabajo de las personas, lo que se ve reflejado en el resto de la cadena de suministro. “Hay cosas que son sociales que acaban en ecológicas, y vice versa, La parte más fácil en donde se puede poner un alto es en la social.” Además de asegurarse de que sus proveedores ofrecen trabajos dignos y de dar empleos por sueldo y no a destajo, Ugly Duckling ha creado un programa que ofrece trabajo a personas de más de 50 años, un rango de edad que no suele verse con empleo en la industria. Además, parte de la producción la realizan en una fábrica en Puebla en donde sólo tienen empleados con alguna discapacidad.
Con visión reciclable
Y aunque el enfoque social ha sido su fuerte, Ugly Duckling no descarta hacer una diferencia en la parte ecológica también. Prueba de ello es su más reciente lanzamiento de trajes de baño realizados con tela reciclada.
De nombre “Paco”, este es su primer modelo con este tipo de tela. Realizado en colaboración con el diseñador mexicano Francisco Castro, este traje de baño está fabricado con poliéster reciclado a partir de botellas de PET. Cada pieza lleva en promedio entre 18 y 27 botellas en la tela.
“Con ‘Paco’ estamos cambiando un poco el funcionamiento de cómo tenemos las prendas en la tienda. Normalmente, de cada diseño o estampado hacemos 60 piezas y una vez que se acaban se retira el estampado y se saca uno nuevo. Con eso nos aseguramos de tener muy poquito excedente de tela. Si hay excedente se usa en otro tipo de productos, como camisetas. Pero ‘Paco’ será un traje de baño que sólo se hará por pedido. Así nos aseguramos que no haya excedente”, comparte Gil.
"Al final, no queremos hacer a un cliente feliz con su traje de baño, sino a todas las personas que están en la cadena de suministro".
Aunque ya trabajaban la opción de trajes de baño a la medida, este es el primero modelo que se venderá exclusivamente de esta manera. El proceso de sastrería, además de ayudarles a ser más sostenibles, les permite continuar con su misión de ofrecer trajes que se adaptan a las diferentes necesidades y/o tipos de cuerpo de sus clientes. Esta nueva tela además es 100 por ciento reciclable, ya que, por el tipo de elastano que utilizan, sólo requiere que se funda para volver a utilizarla.
Con este traje de baño, Ugly Duckling busca arrancar el 2022 con una propuesta más fuerte en temas de sostenibilidad, ecología y un nuevo discurso de masculinidad. “Ponerte un traje de baño es un momento muy vulnerable y los hombres no tenemos la conversación de si nos sentimos cómodos con nuestro cuerpo o no. Hay conversaciones que nos hacen falta y en el 2022 queremos seguir teniéndolas”.
Después de un par de años complicados para la industria, Ugly Duckling pudo salir adelante porque al ser una marca pequeña tuvieron la capacidad de ser más flexibles para escalar y desescalar conforme el mercado se movía. Ahora llega un año que los ejecutivos de la marca ven con esperanza no solo para crecer sino para hacer una diferencia en un mercado que cada vez reconoce más a las marcas mexicanas.