El textil sostenible llama a sumarse a la Huelga Global por el Clima: “Parad ya”
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Con motivo de las Movilizaciones internacionales por el Clima convocadas por el movimiento “Fridays For Future” para este mismo viernes, 24 de septiembre, desde Textil por el Clima, plataforma en torno a la que se reúnen más de una decena de asociaciones en defensa de una industria de la moda más sostenible y ética de España y Latinoamérica, han decidido sumarse a esta jornada de huelga reivindicativa lanzando un llamamiento para participar de las distintas convocatorias, así como presentando un último manifiesto dirigido a la industria textil, compuesto por un único mensaje: “Parad ya”.
La contundencia, tan bien sintetizada, con que la plataforma ha logrado reunir sus demandas bajo ese escueto, aunque ciertamente certero, mensaje-lema de “Parad ya”, responde a la urgente necesidad que el conjunto de las asociaciones observan de frenar el actual ritmo de producción que sigue existiendo en la industria de la moda. Donde, a pesar de los avances que en materia de sostenibilidad están dando las empresas, y a los que estiman como de completamente insuficientes, siguen existiendo unos principios comunes que invitan a un consumismo exacerbado al que hay que poner coto. Un impulso primigenio que, a su juicio, es el que siguen alimentando desde las grandes compañías de la moda y del textil, y que sería el que se mostraría como el origen que permite que continúen manteniéndose unos niveles extremadamente tan altos de producción, con el consecuente agotamiento de los recursos naturales que supone.
“Unidas en una sola voz y un único mensaje”, así es como este conjunto de organizaciones “nacionales e internacionales con largo recorrido en moda sostenible y ética”, han decido sumarse a “la Movilización por el Clima del 24 de septiembre”, con el propósito de “hacer llegar un mensaje muy claro a la industria textil”. Un “Parad ya” convertido en lema, que nace de “la convicción de que ha llegado el momento de reaccionar, de ser valientes y plantear un modelo de industria radicalmente distinto, comprometido, sostenible y regenerativo”, explican a través de un comunicado desde esta Textil por el Clima, plataforma integrada por la Asociación Española para la Sostenibilidad, la Innovación y Circularidad en Moda; por Fashion Revolution España; Greenpeace España; por la Asociación Moda Sostenible Barcelona; la Asociación Moda Sostenible Madrid; la Asociación Moda Sostenible Perú; la Asociación Moda Sostenible Argentina; por Universo Mola, Moda Latinoamericana; por Fento Moda Sustentable Galega; por The Circular Project; y por el Proyecto Abraham.
Una producción sobrealimentada que agota los recursos del planeta
Según entran a detallar desde la plataforma, la industria de la moda y del textil sigue estando considerada como la segunda industria más contaminante del planeta, mientras que genera unos niveles de CO2 superiores a los de todo el sector del transporte mundial aéreo y marítimo. Unas emisiones que se producen a lo largo de toda una cadena de valor, que culmina en la producción anual de unos aproximadamente 70 millones de toneladas de ropa. Cifra que representaría, según los datos que maneja la plataforma, un incremento del +60 por ciento con respecto de la producción de hace 20 años, de unas prendas que ahora estaríamos utilizando en contra la mitad de su tiempo, con incluso un 40 por ciento de ella llegando a no ser usada nunca.
“Las cifras hablan por sí solas”, sentencian desde Textil por el Clima, y “si seguimos a este ritmo en el 2050 tendremos tres veces menos recursos que en el 2000”. Por esa razón, entienden que resulta “imprescindible levantar la voz durante la Movilización por Clima anual” para poner “de manifiesto que es urgente abordar medidas de carácter medioambiental y de contención en el sector”. Planteando como respuestas a estas series de problemáticas que sigue mostrando la industria de la moda, el que “se reduzca drásticamente la extracción de recursos del planeta para alimentar una industria depredadora, que se frene la fabricación sin medida de ropa y la llamada al consumismo”, y que en contra “se favorezca un modelo ecológico y sostenible realmente trazable y transparente”.
Ante el difícil reto de frenar el hambre por consumir
Profundizando aún más en esas causas que estarían favoreciendo el que la actual industria de la moda y del textil siga mostrando unas prácticas parasitarias tan devastadoras hacia el planeta, y también hacia las personas, es como desde Textil por el Clima terminan recalando nuevamente en ese hambre consumista que estaría sosteniendo el actual modelo. Cuya evolución hacia ese nuevo ideal sistema plenamente ecológico y sostenible, avanzan que no podrá darse únicamente con el reciclaje. Una práctica que además observan en estos momentos como completamente incapaz de corregir, ni en lo más mínimo, los altos índices de producción y de uso de los recursos que se dan dentro de la industria de la moda y del textil.
“Transformar la industria no puede venir sin una mirada muy profunda a nuestro problema colectivo con la ropa, y los problemas masivos que acompañan al reciclaje de textiles”, explican desde Textil por el Clima. En este sentido, es que “solo el 0,1 por ciento de toda la ropa recolectada por organizaciones benéficas y programas de devolución se recicla en nueva fibra textil”, y “hasta el momento no existe un proceso innovador lo suficientemente eficaz que dé solución a la gestión del residuo textil”. Pero es que además, “no hay mercados lo suficientemente grandes como para absorber el volumen de material que vendría del reciclaje de ropa”. Dándose en la actualidad como resultado el que “por cada 5 prendas producidas, el equivalente a 3 terminan en un vertedero o se incineran cada año”, cifras que no podrán reducirse si no entramos a corregir el grave problema que supone esa actual hambre consumista con la que finalmente parece no haber logrado terminar esta pandemia por coronavirus. Razón esta última, o puede que primera, por la que “la plataforma Textil por el Clima se une” a esta Huelga Global por el Clima, “para ponernos de frente al problema y abordar este reto colectivo en el que cada acción individual cuenta”.