Pablo Erroz lleva Colombia a MBFW Madrid, con una colección circular hecha de residuos de café
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Madrid – Como uno de los desfiles más esperados de esta nueva edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFW Madrid), el diseñador Pablo Erroz presentaba este jueves, 15 de febrero de 2024, su última colección, “The Club”. Una propuesta anual, de cara a las próximas temporadas de Otoño/Invierno y de Primavera/Verano, que volvió a destacarse por el extraordinario buen “saber hacer” del que volvió a hacer gala el mallorquín, así como además por llegar de la mano de una colaboración de alto valor, y circular, con el eje cafetero de Colombia.
Siguiendo de este modo a rajatabla con lo que venía programado dentro del programa oficial de esta nueva edición de MBFW Madrid, pasarela que se está encargado de volver a reunir a las principales espadas, tanto consagradas como emergentes, de la actual escena de la moda española, durante las celebraciones de esta nueva edición de la Semana de la Moda de Madrid, Erroz era el encargado de terminar de dotar de un mayor y singular peso, al cierre de esta primera jornada de desfiles de la pasarela madrileña. La primera de las hasta tres jornadas de esta edición que desde la organización se ha decidido a reservar a los principales nombres y más consagrados de la actual industria de la moda nacional, para un certamen que, sobre la pasarela, se encargaba de inaugurar, este mismo jueves 15 de febrero, la casa Pedro del Hierro. Firma desde la que terminaban por dar el pistoletazo de salida al programa oficial de desfiles y presentaciones de esta nueva edición de MBFW Madrid, cuyas celebraciones se terminarán por alargar hasta el próximo lunes día 19 de febrero, desde una primera jornada de desfiles desde la que, tras su presentación, terminaron por sucederse desde la pasarela del Pabellón 14 de Ifema Madrid, los desfiles de las casas Acromatyx, Simorra, Mans y Claro Couture, para finalmente ya dar paso a la presentación de la última colección de la casa Pablo Erroz. Penúltimo desfile de una jornada, cuyo broche de oro se encargó de poner a renglón seguido la siempre colorida Ágatha Ruiz de la Prada.
Desde este contexto programado para toda la jornada, era como en torno a las 19:00h de la tarde, habituales retrasos mediante, el diseñador mallorquín, dejando una vez más cada vez más de lado el apelativo de “emergente”, título que sin duda ya ha dejado de hacer honores a las bondades de la casa, y a las de su director creativo, terminaba por presentarnos y sacar a la luz “The Club”. Título con el que se ha decidido a bautizar su nueva, y ya quinta, colección atemporal-anual, para las temporadas Otoño/Invierno de 2024/2025 y de Primavera/Verano de 2025; un formato que el mismo modista y creativo sostiene que permite afianzar los valores de su “proyecto multidisciplinar” de casa de modas como proyecto de una naturaleza más sostenible y comprometida, abogando desde su misma producción por unas maneras más conscientes de consumir moda. Un mensaje que el mallorquín defiende a capa y espada, tanto a través de su apuesta por únicamente alcanzar a producir una única colección al año, como de hacerlo mediante la ideación de prendas atemporales, capaces de ir y de contar con una vida útil mucho más allá de las temporadas para las que se conciben, además de acrónicas e intergeneracionales, en cuestiones de edad, y de marcado acento unisex.
Ha sido de este modo reuniendo a todo este conjunto de características, pilares centrales de la casa Erroz, cómo diseñador y marca han vuelto a dar forma a esta nueva propuesta de la firma, bajo el nombre de “The Club”. Un título con el que el creativo hace referencia a ese cada vez más numeroso grupo de clubs, restringidos para miembros, que no cesan de prolificar en ciudades de punta a punta del planeta, además de tanto en físico como en digital. Sociedades restringidas para sus miembros, que encuentran en ellas foros de discusión, y de interconexión, desde los que compartir opiniones e intereses, tanto genuinos como también, para qué negarlo, espurios, y frente a las que Erroz nos invita a sumarnos a las filas de su propio club. Un club en su caso abierto a todo aquel que comparta su misma visión globalista del mundo, diversa, multicultural y comprometida, tanto hacia las personas como hacia los entornos y los hábitats, club al que, incluso antes de “oficializar” su constitución desde esta nueva colección, no ha cesado de ir sumando nuevos y a cada vez más destacados nombres; embajadores a los que acaba de sumarse ahora María José Bas Arguijo, más conocida por su sobrenombre de Mery Bas y por ser el 50 por ciento del dúo Nebulossa, representantes de España en la próxima edición del Festival de la Canción de Eurovisión 2024. Cantante que terminaba uniéndose a este “club” en el que ha terminado por destaparse la casa Erroz, encargándose de cerrar el desfile de la firma, y en lo que además llegaba para terminar de subrayar el mayor desarrollo de la parte de mujer que el diseñador se ha decidido por llevar a cabo bajo el marco de esta nueva colección.
De este modo, y siguiendo con lo ya señalado, “The Club” se presenta como una “propuesta anual, transversal, sin edad, ni condicionantes de género”; como “una colección neutra pero dispar al mismo tiempo, donde como novedad, crece”, con un mayor protagonismo, la colección y la oferta “enfocada a mujer, indagando en nuevos códigos”. Todo ello, mientras “en paralelo, se apuesta por un hombre más sofisticado de lo habitual, con grandes referencias al mundo de la sastrería”, para terminar con todo de dar forma a “una propuesta selecta”, de la que no terminan de dejarse de lado “los looks todoterreno pensados para el día a día”.
Una nueva lección de “utilitarismo-chic”, para hombre y mujer
Partiendo así pues de esta suma de características y singularidades, profundizando en el carácter de esta nueva colección del diseñador mallorquín, la propuesta se nos descubre construida sobre una elegantísima, y especialmente sutil y selecta, paleta cromática, en la que, siguiendo con el personal “toque” que le caracteriza, el modista pone en perfecto diálogo coloraciones otoñales, a partir de marrones chocolate y camel, negros, beige y grises; junto a tonalidades de ritmos primaverales y tropicales, a base de blancos neutros, rosas fucsia, naranjas corales, verdes y amarillos lima o azules cielo. Paleta que termina de este modo poniéndose igualmente al servicio de ese mensaje por la atemporalidad por el que aboga y trata de hacernos partícipe el diseñador.
En cuanto a las particularidades de la colección, en cuanto a patrones se refiere, empezando por las prendas de la línea de hombre, que resulta más consustancial al histórico de la firma, resultan especialmente destacables desde las cazadoras en fina napa, a los distintos conjuntos de sastrería, las camisas fluidas y los diferentes modelos de pantalones de patrones holgados. Piezas que el mallorquín lleva a un mismo tiempo de los extremos de la sastrería tradicional, al de la moda más urbana y casual, terminando con ello de dar forma a un estilo único y propio, que especialmente termina materializándose en prendas y looks clave como ese esmoquin sin camisa con bolso de cuencas al hombro; esos pantalones utilitaristas tipo cargo y shorts, pero confeccionados en fina piel; o esa cazadora, de corte sudadera con capucha, igualmente fabricada en fina piel. Una pieza esta además desarrollada al abrazo de una colaboración con la marca Chupa Chups, desde la que el modista ha entrado a revisitar y a recontextualizar el icónico logotipo creado por Salvador Dalí en 1969, con la que Erroz hace gala del buen trato y mimo con el que aborda cada nueva asociación, dando una lección de cómo deberían de abordarse estas asociaciones, para que lejos de restar y desvirtuar, aporten un mayor valor a sus partes.
Mientras tanto, y del lado de la línea de mujer, siguiendo con lo ya señalado, el diseñador se ha enfocado, en el marco de esta colección, en desarrollar y expandir una oferta para la que no ha cesado de crecer el interés, desde que la reina Letizia portase aquella ya icónica falda firmada por Erroz en el verano del 22. Una cuestión para la cual ha terminado por desarrollar un sinfín de nuevas siluetas, entre vestidos de cóctel, faldas, cazadoras, vestidos lenceros y conjuntos de traje sastre. Categorías de entre las que, como piezas clave, se destacan desde los vestidos “chic” adornados con plumas y flecos, al conjunto “motero” de inspiración años 50 de falda con vuelo y chupa de cuero, ese vestido lencero de acabado en seda brillante, el de estampado tropical con detalles de fruncido y volante, el coral hecho a partir de un mar de lentejuelas, o el traje de apliques metálicos con el que la cantante de Nebulossa se encargó de cerrar el desfile. Pieza la suya que dialogaba con el desenfadado vestido lencero que también ha terminado por ver la luz en el contexto de esta colección, en su caso recubierto del icónico Grefusito, como parte de la segunda línea de artículos, en edición limitada, desarrollados como parte de la ya consolidada colaboración entre la firma de moda de autor y la compañía de aperitivos Grefusa. Consolidación que igualmente vuelve a darse con la firma de calzados estadounidense New Balance, de la que Erroz que se ha servido para terminar de enfatizar el estilo desenfadado de sus diseños, tanto de hombre como para mujer, incorporando al desfile una selección de modelos de la marca de zapatillas, de entre los que se ha destacado la presentación sobre la pasarela, en primicia, de su modelo 1906R.
Con la incorporación y la revalorización de los residuos del café de Colombia como materia prima
En un punto y aparte, respondiendo así a su valor como elementos especialmente destacados del conjunto de la colección, cabe hacer referencia a la riqueza de materiales empleada por el modista para el momento de dar forma a esta propuesta de “The Club”. Unos materiales entre los que, entre viscosas, napas, sedas, lanas y satenes, además de nuevas versiones del tradicional tejido ikat mallorquín, desarrollado junto a la empresa mallorquina Textil Bujosa, se destaca la presencia de nuevas e innovadoras fibras sostenibles y naturales, incorporadas como materia prima a esta colección a través de una asociación de alto valor con artesanos y talleres artesanales de Colombia. País que termina por verse representado bajo el paraguas de esta colección, a través tanto de innovadores tejidos obtenidos a partir de materiales naturales como los residuos de la piña, como de elementos, tales como botones y otra serie de accesorios, fabricados a partir de los residuos del café.
“En la apuesta continua por la búsqueda de grandes alianzas y seguir trabajando la sostenibilidad transversal, Colombia se convierte en un gran aliado” para el desarrollo de esta colección, apuntan desde Pablo Erroz; mediante la implicación de empresas y artesanos de “El Quindío” y de “El Eje Cafetero”, desde donde se trabaja “con fibras sostenibles y naturales extraídas a través de la fibra de piña, la hoja caulinar o de diferentes trenzados tradicionales”, y que han pasado a ser “parte clave en la inspiración” de esta colección, “poniendo una vez más la artesanía en valor” dentro del corazón de la casa. Igualmente, y “de manera disruptiva”, se ha buscado destapar el enorme potencial que encierra “la circularidad del residuo de café, gracias a la I+D+i de empresas líderes como Hecho en Café, que están apostando por la transformación del residuo que genera el café (borra)”, y del que se sirven para “convertirlo en objetos como botones y accesorios, consiguiendo así una circularidad real”.