Historias entre manta y bordados, la nueva colección de Collectiva Concepción
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La celebración del XV aniversario de Mercedes-Benz Fashion Week México ha durado todo un año. A lo largo de los últimos meses la plataforma ha viajado por distintas ciudades del país realizando fines de semana de pasarelas que celebran la moda nacional, llegando a su fin en la Ciudad de México del 10 al 15 de octubre. La última de estas paradas fue la ciudad de Mérida, en Yucatán, donde Armando Takeda, Vero Díaz y Collectiva Concepción presentaron sus propuestas.
Con solo dos años de haberse lanzado, Collectiva Concepción se ha logrado posicionar como una marca de lujo que difunde y enaltece la riqueza cultural de los pueblos originarios mexicanos. A pesar de haber renacido en 2019 como Collectiva Concepción — como la evolución de la marca Yakampot — la marca creada por Concepción Orvañanos tiene el respaldo de 20 años de perfeccionar procesos de producción, modelos de colaboración artesanal y comercio ético que impulsan el desarrollo local de comunidades indígenas.
Arte con raíces
“Hay aire y sol, hay nubes. Allá arriba un cielo azul y detrás de él tal vez haya canciones; tal vez mejores voces…Hay esperanza, en suma”, Juan Rulfo.
Bajo la dirección creativa de Huguette Hubard, Collectiva Concepción presentó su colección High Summer 21, la cual está inspirada en la novela Pedro Páramo del escritor mexicano Juan Rulfo. De acuerdo con la marca, el objetivo era celebrar con el público mexicano las historias de amor y arraigo que cuentan cada una de las prendas. Y qué mejor ejemplo que las prendas de manta con gaviado que tienen frases de la novela bordadas a mano por artesanas de Chimalhuacán, Estado de México.
Con base en esto, las prendas cuentan historias de procesos artesanales, de materiales típicos y de elementos icónicos de distintas culturas indígenas en el país. Dentro de los procesos usados en las piezas destacan la manta con deshilado, el telar de pedal y de cintura. Nuevamente se muestra en esta colección el trabajo colaborativo que realizan con artesanas mexicanas, pero además, han tomado algunos de estos procesos y piezas y los han reinterpretado o han incorporado nuevos desarrollos, como el lino bordado con una reinterpretación de las icónicas flores de Zinacantán.